Debido a las dinámicas demográficas, la población adulta mayor crece a nivel mundial, por lo que es importante contar con medidas de no discriminación y sensibilización sobre el envejecimiento, así como garantizar los derechos de las personas adultas mayores y empoderarlas en el entrono laboral.
Eliminar el abuso y maltrato en la vejez, así como fomentar la inclusión de las personas adultas mayores en todos los aspectos, requiere acciones enmarcadas en el contexto cultural de cada región, pues ser una persona adulta mayor se vive de manera distinta dependiendo de las sociedades, pero existen lineamientos básicos generales a seguir para encauzar los esfuerzos en el entrono laboral.
De acuerdo con la Ley Federal de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, en México se considera que son parte de esta población quienes tienen 60 años o más. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que, en países en vías de desarrollo, una persona mayor es alguien de 60 años, mientras que en países desarrollados la edad es 65.
Conforme las proyecciones elaboradas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se estima que entre 2019 y 2030 el número de personas mayores de 60 años crecerá un 38%; es decir, pasará de 1000 millones a 1400 millones. Este crecimiento será más visible en países en vías de desarrollo como México.
Y, para 2050, se calcula que una de cada seis personas a nivel global tendrá más de 65 años, lo que representa 2000 millones de habitantes en todo el mundo.
¿Por qué las personas adultas mayores pueden estar en situaciones de vulnerabilidad y discriminación?
Frente a este aumento poblacional, se vuelve fundamental la adopción de medidas contra la discriminación, el abuso, el aislamiento, el abandono y toda forma de maltrato que mine la capacidad de las personas adultas mayores de llevar una vida laboral, social, política, económica y cultural plena.
Para ello, es importante recordar que la vulnerabilidad no es inherente a la vejez, sino que tiene origen en factores sociales, económicos y culturales, tales como:
- discriminación y exclusión social;
- falta de acceso a servicios de salud;
- falta de oportunidades educativas, laborales y económicas;
- imagen negativa del envejecimiento y la vejez;
- ingresos económicos insuficientes (ya sean por pensión o no);
- pérdida de roles familiares y sociales;
- pérdida de salud y capacidades físicas y mentales;
- redes de apoyo familiar y social debilitadas.
Es necesario tener presente que la desigualdad y la vulnerabilidad que pueden sufrir las personas mayores se interrelacionan con la identidad de género, el origen étnico y racial, la orientación sexual, la clase económica, la presencia de una discapacidad y los factores de salud. Por esto, prevenir el abuso y el maltrato se convierte en una tarea integral que atraviesa distintas condiciones y contextos de las personas.
Acciones para combatir prejuicios sobre las personas adultas mayores que dificultan su inclusión
Estas acciones sustentadas en la solidaridad intergeneracional, además de brindar un envejecimiento con dignidad, permiten mejorar la salud de las personas de edad y reducir la discapacidad y la mortalidad. En este sentido, también se busca combatir las asociaciones negativas de la ancianidad con la enfermedad, la incapacidad o la improductividad.
Para fomentar la inclusión de las personas adultas mayores, en un nivel particular se puede:
- combatir el edadismo cambiando la forma en que pensamos la edad y el discurso alrededor de la vejez que genera prejuicios y estereotipos;
- promover una cultura del envejecimiento activo y saludable que erradique la representación negativa asociada con la enfermedad, la incapacidad o la improductividad;
- fomentar la inclusión social de las personas mayores dentro de sus comunidades;
- fortalecer las redes sociales y familiares de apoyo;
- alentar la participación de las personas mayores en la toma de decisiones al respetar su opinión.
De manera institucional es posible:
- conformar equipos multidisciplinarios e interdisciplinarios capacitados y sensibilizados sobre el tema que puedan identificar casos de maltrato, haciendo énfasis en la prevención, atención y canalización de estos casos;
- generar campañas a nivel nacional de sensibilización y concienciación sobre el abuso y maltrato en personas mayores, con perspectiva de derechos y género, que promuevan la participación intergeneracional y de todos los niveles de la sociedad;
- eficientar los servicios que brindan atención jurídica a casos de violencia en personas mayores a través de la capacitación y sensibilización del personal de estas áreas, con un enfoque transversal e interinstitucional;
- brindar cursos de capacitación a personas cuidadoras que coadyuven a la mejora en las estrategias de cuidado familiar y favorezcan la reducción de estrés y agotamiento;
- fortalecer los sistemas de pensiones, pues es primordial otorgar pensiones dignas a las personas mayores.
Trabajadores de edad
Respecto a lo que puede hacerse desde las organizaciones y los espacios de trabajo para incluir a las personas adultas mayores de manera efectiva, existen diversas estrategias a considerar.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) recuerda que hay trabajadores que, debido al avance de edad, encuentran mayores dificultades en materia de empleo y ocupación. Para tratar estas problemáticas de manera equilibrada y garantizando que los problemas de empleo no se desplacen de un grupo poblacional a otro, la OIT da las siguientes recomendaciones.
- Promover la igualdad de oportunidades y trato de trabajadores sin importar la edad. Esto se traduce en la implementación de medidas y programas que garanticen que toda la plantilla laboral tenga acceso a:
- servicios de orientación profesional y de colocación;
- promoción y justa distribución de tareas;
- remuneración por un trabajo de igual valor;
- medidas de seguridad social y a las prestaciones sociales;
- y medidas de seguridad e higiene.
- Implementar medidas para que trabajadores de edad continúen ejerciendo un empleo en condiciones satisfactorias, tales como:
- corregir condiciones de trabajo y de medio ambiente de trabajo que puedan acelerar el proceso de envejecimiento;
- modificar las formas de organización del trabajo y la ordenación de los horarios en relación con las posibilidades de los trabajadores de edad;
- adaptar el puesto de trabajo y sus tareas utilizando todos los medios técnicos disponibles y, en particular, aplicando los principios de la ergonomía, para preservar la salud, prevenir los accidentes y mantener la capacidad de trabajo;
- mantener una vigilancia más sistemática del estado de salud de los trabajadores;
- fomentar la reducción progresiva de la duración del trabajo de trabajadores de edad que así lo soliciten;
- incrementar las vacaciones anuales pagadas en función de antigüedad o de edad;
- permitir que los trabajadores de edad organicen a su propia conveniencia el tiempo de trabajo y el tiempo libre.
- Preparación y acceso al retiro. Se trata de uno de los aspectos fundamentales para los trabajadores de edad, por eso se debe:
- garantizar una transición progresiva entre la vida profesional y un régimen de actividad libre, donde el paso de un trabajador a la situación de retiro sea voluntario;
- hacer flexible la edad de admisión a la prestación de vejez.
Una fecha para recordar la importancia de estas acciones
Designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011, el 15 de junio es el Día Mundial de Toma de Conciencia sobre el Abuso y Maltrato en la Vejez para reflexionar sobre los problemas físicos, mentales y de salud que convierten a las personas adultas mayores en víctimas de acciones que les provocan angustia y daño tanto físico como emocional.
El objetivo de este día es alentar a individuos, comunidades y gobiernos para la implementación de estrategias que sensibilicen sobre el envejecimiento, empoderen a las personas adultas mayores y garanticen sus derechos, así como eliminar la pobreza en este sector de la población y promover condiciones que permitan a sociedades y familias proporcionar protección y cuidados a quienes envejecen.
¿Cuáles de estas medidas para la inclusión de personas adultas mayores en los espacios laborales ya se implementan en tu organización?
Fuentes: Organización de las Naciones Unidas, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Organización Mundial de la Salud y Organización Internacional del Trabajo